El cura de las redes sociales en El Salvador

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February 12, 2016 by Carlos Jovel

imageEste no es un blog católico. Ni de religión, tampoco de superación o de literatura de farmacia. Es más bien un blog de cualquier cosa, de lo que se venga en gana. La aclaración es necesaria, porque si usted busca contenido políticamente correcto, probablemente este sitio no es para usted.

Escuché por primera vez al Padre Luis casi por accidente. En un ecléctico foro de Whatsapp que comparto con mis tres hermanos y mis padres. Mi madre, en algún momento de 2015, comenzó a deslizar los podcasts diarios del joven Padre argentino. De a poco se fueron convirtiendo en tema de conversación en el chat, al punto que, quizás para no quedarme fuera, comencé sin darme cuenta a escucharle cada día. Descubrí que los días que escuchaba su mensaje eran sin duda más felices; los 3-5 minutos que dura el podcast del cura tucumano realmente alegran la vida, y la facilitan también. Luego me enteré que el Padre Luis lleva su mensaje de alegría y de buenas noticias diariamente como se hace en el Siglo XXI: con tecnología, a una comunidad de miles de personas alrededor del mundo.

Hace unos días, me llegó vía redes sociales la noticia de que el cura del Whatsapp y yo coincidiríamos en El Salvador, y me animé a irle a ver. Estos son mis reflexiones y anotaciones de su coloquial tertulia (si otros quieren contribuir, bienvenidos sus comentarios!):

  • El Salvador está sediento de buenas noticias: y este cura las trajo. Los organizadores tuvieron que cambiar la ubicación y aún así no fue suficiente; muchos quedamos parados, y a 30 minutos del inicio del evento, el salón estaba en un 60% completo y ya no había donde sentarse: carteras, pañuelos, rótulos y hasta bufandas (¡en un país que promedia 25 grados Celsius al año!) le aseguraban su puesto a muchos ausentes que abarrotarían el lugar después. Las buenas noticias se vuelven profecías auto-cumplidas.
  • Los mensajes llegan mejor, si se transmiten con alegría y convencimiento: la comunicación es fundamental y las escuelas de negocios invierten muchos recursos en que sus alumnos aprendan como transmitir un mensaje. La charla del Padre Luis como sus podcasts, fue cálida, casual, cercana, pero sobre todo, alegre y con ideas de utilidad práctica.
  • Cuidado con la soberbia: todos tenemos pecados, o cometemos errores (en términos menos sobre naturales). Usualmente, estos se originan desde la soberbia. ¡Piénselo!
  • El resentimiento no permite ser feliz: un resentido no puede perdonar. No toda ofensa produce un resentimiento, pero todo resentimiento viene de una ofensa ya sea por acción (lo que me hicieron o creo que me hicieron: lo que hablaron mal de mí, etc.) u omisión (lo que no hicieron y creo que me merecía: un agradecimiento, atención, etc.). También hay resentidos por la circunstancia (una enfermedad, la condición económica, etc.)
  • Hay que cuidarse del resentimiento: aceptar uno mismo su condición (una enfermedad por ejemplo) o la misma circunstancia. Hay que pasar la página. Hay que ser especialmente cuidadosos de la exageración y la imaginación. Debemos ser objetivos (nuestros resentimientos los creamos nosotros mismos).
  • El resentimiento viene del corazón, perdonar de la inteligencia:  sólo se es feliz libre del rencor. Perdonar es una decisión, es un acto de la voluntad que se facilita con la oración como medio (¡hay que pedirle a Dios que nos ayude a perdonar!)
  • Si has caído, a levantarse: todo pecador tiene un futuro, y todo santo tiene un pasado. Hay que tener cuidado de quedarse pegado en el error. Levantarse, salir adelante (como San Agustín, o San Antonio de Pádua).
  • Ser cercano: ante la necesidad de otro o ante la necesidad de consejo del otro, es fundamental ser cercano. Entender el problema y abordarlo con cercanía, acompañarlo con calidez. No somos salvadores, el problema es del otro, nuestro rol es iluminar el problema y acompañar con cariño.
  • Sobre la calumnia, el chambre: usar la lógica de la Anécdota de Sócrates cuando alguien nos quiera contar algo del otro. Pasar el examen de los tres filtros: verdad ¿Lo que más a decir es cierto?, bondad ¿ lo que me vas a decir del otro es algo bueno?, utilidad ¿Lo que me vas a decir me será útil?
  • Cambiar la Iglesia: lo hacemos comenzando por vos y yo (como respondió Madre Teresa de Calcuta). Una Iglesia cercana, sencilla y que acompaña es posible, si vos y yo comenzamos.
  • La vida nos golpea, no dejemos que eche a perder lo más lindo de nosotros: contó la historia de la última cena  de Da Vinci y cómo al mismo modelo que usó para representar a Cristo, unos años después lo usó para representar a Judas. Había dejado que la vida le cambiase. No permitamos que el rencor y las circunstancias de la vida nos transformen.

En su cercanía y naturalidad, el Padre Luis la agarró contra los frijoles (venía de Guatemala, parece que con una condición que nosotros llamamos “empacho”); No debemos resentirnos con él por ello, tiene el atenuante que no se empachó de nuestro frijol rojo/de seda. Y que a los centroamericanos, en América del Sur, nos pasa al revés. ¡Debemos andar buscando frijoles de nuestra variedad!

Les adjunto la oración que el Padre dijo al final (las letanías de la humildad), por si alguien se anima a leerlas:

¡Oh Jesús! Manso y Humilde de Corazón,
escúchame:

del deseo de ser reconocido, líbrame Señor
del deseo de ser estimado, líbrame Señor
del deseo de ser amado, líbrame Señor
del deseo de ser ensalzado, líbrame Señor
del deseo de ser alabado, líbrame Señor
del deseo de ser preferido, líbrame Señor
del deseo de ser consultado, líbrame Señor
del deseo de ser aprobado, líbrame Señor
del deseo de quedar bien, líbrame Señor
del deseo de recibir honores, líbrame Señor

del temor de ser criticado, líbrame Señor
del temor de ser juzgado, líbrame Señor
del temor de ser atacado, líbrame Señor
del temor de ser humillado, líbrame Señor
del temor de ser despreciado, líbrame Señor
del temor de ser señalado, líbrame Señor
del temor de perder la fama, líbrame Señor
del temor de ser reprendido, líbrame Señor
del temor de ser calumniado, líbrame Señor
del temor de ser olvidado, líbrame Señor
del temor de ser ridiculizado, líbrame Señor
del temor de la injusticia, líbrame Señor
del temor de ser sospechado, líbrame Señor

Jesús, concédeme la gracia de desear:
que los demás sean más amados que yo,
que los demás sean más estimados que yo,
que en la opinión del mundo otros sean engrandecidos y yo humillado,
que los demás sean preferidos y yo abandonado,
que los demás sean alabados y yo menospreciado,
que los demás sean elegidos
en vez de mí en todo,
que los demás sean más santos que yo,
siendo que yo me santifique debidamente.

Amén

2 thoughts on “El cura de las redes sociales en El Salvador

  1. Pedro says:

    Esa última oración son las letanías de la humildad. Gran reseña. Éxitos

  2. Angie Martinez de Quijano says:

    Gracias por el magnífico resumen. Yo asistí pero no pude tomar nota de todo. Gracias especialmente por transcribir la oración.

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